La farándula nacional se parece cada día más a Hollywood. Anoche estaba esta cena de gala por el festival y a la alfombrita roja le salió humo con tanta mujer enfundada en vestidos paseándose para allá y para acá. Y... y a mí me carga la farándula nacional, pero por dios que se ponen vestidos feos estas mujeres.
Salió en LUN y salió en todos los diarios: la Chechi Bolocco, en mi opinión, simplemente parece loca. Tiene cuarenta y tantos años. No está para andar en esa facha en ninguna parte... con veinte años menos tampoco estaría. Es que eso de andarlo mostrando todo, de tirar toda la carne a la parrilla, es ordinarísimo y chano y se me ocurre que ella debería tener mejor juicio. Aunque se haya casado con Dulcito.
La otra que se veía atroz era la Marlencita. Esa cuestión peluda en la que andaba metida era horrenda, y el vestido era más apropiado para una niñita cumpliendo quince que para ella. Aparte de eso... ahora último la veo y me acuerdo de esa actriz, la Lola Dueñas, encuentro que tiene un aire, no, un ventarrón a ella... pero mal...
Ah, y lo más importante: ¿qué importa si los vestidos de la Tonka son de diseñador extranjero? ¿Qué importa si son chilenos o argentinos o italianos? Yo creo que lo que debería interesar es si se ve bien, si le achuntó a lo que eligió... y si los diseñadores chilenos están pariendo cosas como ese vestido horrendo de la Chechi entonces prefiero que vayan a buscar a otro lado, todas si es posible, porque parece que afuera son más ubicados que acá.
La cosa es que no me gusta la farándula, pero aún así estoy hablando de esto porque no lo puedo evitar y hay que mencionarlo antes de que me estrese mucho más por esto.

Lo otro: hace como dos semanas que ando negativa por la vida. No estoy segura por qué, pero si me quedo sola mucho rato o me pongo a ver los programas festivaleros me pasa eso. Aunque es recién martes y se supone que el resto de la semana va a ser genial, porque voy a cumplir dieciocho, porque van a venir mis amigas y amigos al carrete con diyéi que organiza Marcelo, porque se supone tenemos campamento de dirigentes y vamos a organizar el año y porque en diez días entro a la U. Así de simple. Quizás es que me falta escribir, pero no me ha dado la inspiración divina hace tiempo y creo que la necesito. Quizás es por eso que ando soñando tantas cosas raras últimamente (y que ni siquiera puedo relatar acá, porque apenas despierto se me olvidan: de hoy me acuerdo sólo de un trozo de sueño, porque tenía que volver a mi casa a las tantas de la noche, con una mochila de campamento gigante a la espalda y aparte llevando una bandera chilena por alguna extraña razón), porque tengo que escribir. Pero ahí voy a ver. Estoy con ganas de reescribir un cuento que, me parece, está inspirado en una idea buenísima, pero la ejecución anduvo por ahí nomás. En fin. Quería comentar esos vestidos atroces, lo que ya hice, así que ahora me voy. A comer o algo. Buenas noches.

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