Sisí. Hoy es San Valentín y una vez más estoy sola.
Pero qué mas da. El corazón de esta chicoca anda re contento, por ser.

Cuando estaba terminando de tomar once empezó el programa de Natgeo que mencionó la Ari - y cada diez segundos decían sexo los del documental, por diox, ese tipo de programas jamás en la tevé abierta... encima que el primer tema de relevancia eran las relaciones homosexuales entre los animales, y la masturbación también... jajaja una que apoya esas cosas y entra a la Universidá Católica de Chile. Estoy pensando en tomar el curso de religión apenas pueda porque luego de mi pequeña investigación caché que hay un curso llamado "Cristología I" y ése es el mejor nombre para un ramo que pueda llegar a existir, ever.

Feliz día de San Valentín a todos mis amiguis. Es que la Ari tiene razón y también se supone que una se acuerde de los amigos... (aunque desde luego se acuerda más cuando está solterona, y no tiene nada mejor que hacer: pero los quiero, chiquillos, y los voy a querer más si están por Santiago alrededor del veintitrés, cuando se venga el carretongo dieciochístico de la Pauly). Y mañana será el Día de los Solteros, decretado por mi hermana, la soldado Dalidet, que me acaba de pinchar desde el ejército para copuchar de la vida.

Me voy con una canción romántica de mi hombre artista favorito. Jamie Cullum, te odio por no venir a Chile cuando pudiste... te estoy esperándo-te. Así que esto es What a Difference a Day Made (twenty-four little hours... y muchas cosas por el estilo: and the difference is you).

ETA: Lo más bonito que me han dicho en la vida es una palabrita sola de buenas noches, pero si la reproduzco me van a dar cosas en la guata y como estoy en época de recuperar el sueño perdido después del moot, me la guardo para mí.

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