going down on each other deliriously lunes, octubre 19, 2009
Todavía no me acostumbro. Me gustaba (eso sí que me gustaba) de Brasil que andar de falda corta por la calle era de lo más normal y no tenía que estar continuamente temiendo el agarrón de improviso. Todavía lo temo, porque no ocurre, pero llega un momento en que me intimida tanto bocinazo en la calle y tanto tipo que me saluda desde la ventana de su auto. Excepto, quizá, esos tres tipos sentados en el paradero de los colectivos que hicieron el mismo movimiento, los tres, para seguirme las piernas. Y yo taconeando por Vicuña Mackenna. Cuesta acostumbrarse.
Tengo que retomar mi diario.
Etiquetas: lo de ser mujer, querido diario
Eh rica, o sea yo la encuentro rica, y los giles de estación central se dan vuelta pa mirarla por la calle, con ella lo paso bacán.
You have to express more your opinion to attract more readers, because just a video or plain text without any personal approach is not that valuable. But it is just form my point of view