Don't say no right now domingo, julio 20, 2008
Yo ya sé que soy una mala chica, pero es que el tema de los puntos suspensivos me enferma de los nervios. Recuerdo haber leído algunos fragmentos del libro de autoayuda del Rocha (sí, sí, ese que le prendió fuego al martillero y se murió quemado también aunque eso haya pasado mucho después) y estaban por todos lados como hongos. Me dan el mismo escalofrío que una fotografía de una zona muy sensible de la piel atacada por unos hongos espantosos que parecían ojos, pero en un calibre más bajo porque el solo hecho de acordarme de la fotografía me hace temblar completa y lo de los puntos suspensivos me da algo parecido a la decepción. Para decir algo brillante hay que usarlos, como si en cada uno de los puntitos estuviera graduada la anticipación, el silencio, la impaciencia por oír eso que se viene y que me va a cambiar la vida. Pero paso los puntitos y leo lo que sigue y casi siempre el sentimiento es decepcionante, anticlimático. Acaso estén justificados cuando lo que sigue a los puntitos es una variación pequeñísima en una frase hecha que le da un significado nuevo, pero para eso hay que compartir el código. Quizás es que no comparto el código. Quizás es, solamente, que no logro ser una buena chica.
Etiquetas: ecos de otros, examen de paciencia, mis innumerables talentos, ocupar y colocar, querido diario
"... En fin"
Chiste malo de un desconocido.
Pasé, me gustó mucho, y te capte para que visites mi blog y te quedes en él... ya te incorporé, quedarás hasta que salgas del web o se caigan las redes de redes...
Un beso grande niña...
Veces en que sólo me entretiene no hacer nada (o "algo", para evitar la doble negación), otras el evitarme a mí mismo, y otras veces disfruto leyendo a otras personas. Por suerte, no hay vez que venga y no me entretenga pasar por aquí.
Que no te sorprenda lo que precede a los puntos suspensivos no te hace mala, no. No hay que culparse si el verdadero culpable no es capaz de impresionarnos a morir, darnos la catarsis, y/o hacernos entrar en llanto, cambiándonos nuestro día, o vida. Pues si esos puntos lograran contentarme... entraría a enamorarme, pues todo lo que no es decepción, de alguna u otra forma, es amor.