Mis sueños andan prolíficos. Anoche soñé otro millón de cosas, aunque no me puedo acordar de la mitad. Lo primero que me acuerdo es que parecía que estaba metida en un videojuego y había que llegar no sé donde por un laberinto atroz, del que yo me había devuelto pero no pude encontrar la salida cuando entré otra vez. Así que hice trampa y me lo salté.

Lo importante de mi sueño es el único momento que tengo claro: era de noche y yo viajaba con un montón de gente. Me dolía algo o estaba triste, no sé, así que me iba caminando lento (porque más rápido me dolía, qué loco esto de las sensaciones dormidas) y en eso llegaba él. A él nunca le vi la cara, pero andaba de ropa oscura, era alto y delgado, y me siguió hasta caminar justito detrás de mí y enlazarme por la cintura. Yo tomaba su mano izquierda con la mía y me la acercaba al rostro. Él la quitaba y luego ponía sus dos pulgares dentro de mi falda (o lo que fuera, no sé), y sentir su piel tocándome las caderas era terrible. Quería abrazarlo, besarlo, no sé. No me acuerdo de su cara. Pero necesitaba su tacto.
Los dos partíamos caminando juntos, nos íbamos, y en eso llegaba este otro tipo, que misteriosamente se parece mucho al Mono, un compañero de curso (lo cual no tiene ningún sentido, por dios, he hablado con él unas tres veces, fuera del hola qué tal), y la cosa es que el tipo nuevo le hablaba a *mi* tipo y no nos dejaba solos. En algún momento mi hombre lo notó y le dijo "vete, vete, agárrate cualquier tipa, pero lárgate", en lo que el otro le responde algo sobre meterse con prostitutas o algo así, no recuerdo, pero hablando de mí. Vete, vete y vete, y cuando al fin se fue nosotros dos nos subimos a un auto oscuro, aún de noche, y nos fuimos por las calles raudamente en busca de un lugar escondido para sentirnos.
En el camino pasamos por el frente de un contenedor de agua gigante que había explotado, y el agua caía en todas direcciones, como una lluvia.

Nunca llegamos. Desperté antes de que ocurriera. Pero fue... fue raro, tener esa urgencia imperiosa de, al menos, sentir la mano de ese tipo tocar la mía, de estremecerme con apenas tocarme él la piel. Interesante, también. Creo que mi superyo (o ello, o lo que sea, nunca aprendí nada de "Froid") me está diciendo que me ponga a escribir, que produzca, porque ya esta imaginación nocturna/mañanesca se me está desbordando.

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