Llegamos justito a hora de almuerzo... así que, como primera actividad del día: comer. Que no se diga que estamos comiendo todo el día, no: no es verdad. Pero teníamos hambre.

Después se nos fueron todas a preparar ceremonias súper súper secretas, así que la Marcela, la Vale y yo estábamos tiradas descansando y sacándonos fotos ridículas. Ese brazo en frente de mí es de la Marcela y no tengo idea por qué no le aparece la cara. Y, contrario a lo que opinaran Francisco y Cristián, nosotras en logística no teníamos nada que hacer en ese momento. Porque después produjimos todas.

La Isa y la Mari preparando la ceremonia, estas niñitas vivas pegaron muchas flores de goma eva o algo así (hechas por la Isa, también) en los hilos de la bandera y se ven súper. Esta vez les tocaba a ellas organizar la despedida de la Marcela, y la verdad es que tenían muchas cosas asquerosas para tirarle, a la pobre, pero por tiempo ( sólo por tiempo) se salvó.

Aquí la Compañía en pleno (de ayer, por lo menos, porque yo me acuerdo de al menos diez niñas), o más bien, la Patrulla Gacela, guía a nuestra Marcelita, en ese momento vendada de ojos, hacia el lugar de la ceremonia.

Y, entre llorando y riendo, la Marcela se prepara para hacer los gritos de la Compañía por última vez.

Luego abandonamos el lugar... y cantando y gritando se la entregamos a Cristián, que la llevó hasta su nueva unidad, la Ruta.

Luego, nuestro equipo de ejecución de proyectos (alias las niñas y no nosotras las guiadoras) comenzaron a preparar una vez más una ceremonia para recibir a las niñas de la bandada. Aquí, lo que quedó de la Compañía tras la partida de la Marcela y de la Isa que tenía que ir a una primera comunión.

Aprovechando el lugar que habían preparado estas muchachas (jaj), las vendamos para una ceremonia de etapas, esperamos, inesperada... donde la Salomé chica (Jackie, o Salame creo) recibió su etapa Alba.

Por su parte, y después de años de espera y de intentos frustrados por hacer ceremonia, la Vale recibió (al fin) su última etapa, Resplandor, saltándose Amanecer y Luz en el proceso.

Cortos minutos después ocurre el paso de la Claudia y la Montse desde Bandada. Aquí, la Loreto las despide a las pobres, todas vendadas.

Entonces, con la mezcla especial súper secreta de las niñas, las recibimos y les hacemos la marca del indio. Por toda la cara... indeleble, un regalo de bienvenida por el que toda Guía de Vuelo ha de pasar...

Seguidamente se les pide que se saquen las camisas... y nos encontramos con las cuerdas. Tienen que pasar como puedan por las cuerdas, cuidando de no botar la botella puesta ahí tan ligeramente, porque si se les cae...

Toda clase de cosas asquerosas caerán sobre sus cabezas. Hasta que terminen de pasar.

Y así es como quedan, las pobres. Pero fue un buen paso, ¿no? Nosotras, al menos, la pasamos bien. Nos reímos harto. Nuestras nuevas integrantes, no estamos tan seguras.