Cuando ya dormí mucho mi cuerpo no se niega a seguir durmiendo, pero me mete cosas raras en los sueños.

Acabo de soñar que venía saliendo del colegio. En la primera parte del sueño el colegio tenía una escalera monumental llena de rosetas y cosas, por donde se supone bajaremos nosotros para la licenciatura, y abajo había un árbol de navidad gigantesco, como los de los malls en estas fechas. (Eso me recuerda que no lo he visto puesto aún aquí, al lado). La cosa es que ya no estaba en el colegio, sino que... era como la U pero versión Altamira, y no sé por qué yo andaba molestando en el primer año del lado y no en el mío, así que me volví a mi sala y en la puerta había pegado un papel que decía: Profesor Jefe: Patricio Vargas. Jaj. La verdad es que no me acuerdo de haber leído el papel pero sí de haberme sentido inundada por la felicidad, y después entré y... y miré a Pato Vargas sentado en la mesa del profe y me parece que con un perrito blanco en las manos. No importa. La cosa es que me lancé a sus brazos (el perrito desapareció mágicamente) y me quedé ahí cagá de la risa y después, sin moverme un centímetro de mi abrazo, levanté la cabeza y les dije a mis compañeros nuevos: "Hola, yo soy la Pauly y represento a la comuna de La Florida". Y si no fue algo así fue algo muy parecido, porque ando pegada con esa frase de reina de belleza.
Después me parece que estábamos de vuelta en la media y estábamos haciendo un ensayo de peseú (jaj) con Max, y él decía que un ejercicio no se podía hacer y yo le decía que sí y que la respuesta era uno porque los tres valores que decían ahí, unas fracciones, valían todas lo mismo y como unas se dividían entonces eran uno y no se qué. Pero ahora me acordé y no era uno, era el valor de cualquiera de las fracciones. En fin, después salíamos del colegio y caminaba por una calle nada que ver, y en un teléfono como que metía una clave y sacaba veinte lucas y veinte lucas más, pero quedaba con cincuenta y seis en la mano, de las cuales sacaba una para la micro y las demás me las metía en el sostén. Andaba yo de la mano con una niña down, pero que no la he visto nunca en el colegio (hay bastantes, pero no ésta niña). Después me iba a la esquina y esperaba. Yo estaba pensando en ir al Florida Center a comprar ropa para mi licenciatura en sí, y que estaba pensando en la escalera maravillosa y yo que iba a ponerme cualquier cuestión, así que me quedaba en la esquina más cercana a esperar la 707. Que no pasaba, y no sé cómo me dieron las siete de la tarde esperando micro, y después estaba oscuro, y en el momento en que pasó yo tenía mi mochila en otro lado, así que le pedí al micrero que me esperara y para cuando volví la micro no estaba en ningún lado... ya de noche miraba hacia adelante, en la calle y lo único que se veía eran siluetas de unos niños jugando, clarísimas, contra una especie de aura azul. Clarísimas porque yo soy híper ciega y para ver el número de la micro tenía que arrugarme un montón.
Después, cuando venía la micro que quería yo (que ahora era una metrobus), no sólo venía esa sino que MILLONES de Metrobus iguales y no me paró ninguna y tuve que correr y de todas maneras a la que me subí no era la que necesitaba yo, aparte que tuve que correr montón de rato al lado de la micro hasta que al fin me abrió, y estaba llenísima, la micro, y atrás mío se sube un viejo pelado en terno negro que pegaba su cabeza a la mía para hablar con el micrero, y el micrero le decía que por qué no lo había visto tomar la micro ayer, que si acaso era porque debía una plata, y el viejo en terno estaba curado, yo creo, y le decía que eso daba lo mismo y que ahora lo importante era que él (el micrero) le dijera que ésta iba a ser la última noche. Una cosa así media homosexualoide. Y yo iba metida ahí en una lata de sardinas, media sofocada, tratando de alejar mi cara de la del viejo, y con los ojos cerrados, esperando no desmayarme igual que en el Metro la otra vez. No sé. La cosa es que después, como había tomado una micro nada que ver, tuve que bajarme en una parte completamente equis de Santiago, que ahora estoy pensando era como Vicuña Mackenna Poniente con Departamental, y era de día y brillaba el sol. Pero lejos del Florida Center era. Y ahí escuché unas cosas, pero no me puedo acordar qué eran.

Y entonces desperté. Me carga soñar cosas raras.

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