I got so old I thought that I could die viernes, marzo 30, 2007
La de diecinueve se pone un vestido de perro en la cabeza (tamaño pequeño, máximo para perro de tres kilos que no come a menos que se la provoque hasta el punto en que es peligroso pasar por su lado, so pena de un tarascón con sus colmillitos peligrosos); la de dieciocho optó por alisarse el cabello y esconderlo en un sombrero con aires de facturitas en un café francés, pero abajo también trae un paño rojo que le cubre toda la cara excepto los ojos, y piensan las dos que así están listas para salir a protestar. La luz duda entre irse o quedarse y ellas salen a la ventana para reírse de las manchas negras en la capital, justito después de que termina el especial sobre los muertos (la de diecinueve quiere ir a la morgue a abrir muertos; la de dieciocho se queja de que la madre haya querido mandarla a medicina y andar tocando eso). Seguro que cuando ambas se mueran van a dejar escrito en alguna parte que no quieren ninguna cruz en sus ataúdes. O si las queman, que las tiren al viento, en vez de guardarlas en una bodega al lado de la escalera de la casa para asustar a las niñas que pasan por ahí de noche.
Etiquetas: querido diario
I got so old, that I know I could die.
Y el chiquillo fue a la Universidad, todos menos él se iban al paseo de Talagante(venga), mientras él buscaba en la biblioteca uno que otro libro para realizar su trabajo acerca de Erasmo de Rotterdam y su corriente de humanismo cristiano.
Y se encontró con esa amiga, que tiene una trenza colorida y un aro, solo uno al otro lado, para conversar en MSN y averiguar cómo escribir la cremilla sobre la U en esos precarios teclados de la Universidad.Finalmente resultó en una acción cortar-pegar.
Saludos, tiatro se nos viene.