Querido diario:

Hoy me levantaron a las nueve de la mañana por una buena causa. Llegué ultra atrasada pero fuimos a ver al Andrés, que el pobre tiene meningitis, y se veía muy despeinado y con barba y parecía un náufrago :) pero de buen ánimo y esas cosas que son importantes para mejorarse. Eso sí, está tembleque y chato de los duraznos que le dan al almuerzo. Ojalá que lo suelten luego para que llegue a la casa y le den comida porque ha bajado siete kilos y está en los huesos.

Una cosa cachilupi extrím para hacer con los amigos es andar en bicicleta y suicidarse una misma el pie metiéndolo donde no se debe pero claro, las bicicletas no están hechas para que se siente una persona y pedalee otra pero ¡qué pintoresca esa forma de llegar a una casa! ¡Pero qué economía más grande, también! Si nos ahorramos los siete sesenta y es ecológico, jaj.

Tuve una tarde entretenida, me enamoré de los pescados (okey, peces, es que la costumbre) de Cristóbal y en especial de la guagua que había en una cajita aparte, ultra tiernos los pescados aunque una le golpeaba el vidrio y arrancaban los más grandes. Ya me olvidé de los nombres porque me confundo con tanto término raro y aparte tengo mala recepción de datos equis en esta época del año. Por ahí canté un poco y conversamos y pelamos gente y comparamos puntos de vista (bastante parecidos, en todo caso) en un millón de cosas y también conocí a Papi Hurtado que es muy risueño y anda feliz de la vida comiéndose unos tofis escondido.

Ah, y me encontraron parecida a alguien llamada Vale y todavía a la Amaia Montero que no sé por donde, ahora me van a dar ganas de teñirme rubia y andar de pelo liso otra vez a ver si me convenzo yo misma - ayer creo igual andaba de pelolais pero no me gusté ná, así por ser, me acostumbré a tener el pelo hecho un desastre (pero un desastre con glamour) y con eso soy feliz. Me falta la tintura otra vez, pero no sé qué color elegir. En cosas como ésa me sale la femenina de adentro y podría estar horas en la pelu porque te hace sentir muy, muy bien.

Fuera de eso, me ofrecieron comida como ocho veces por hora y agua y llega un momento en el que te da lata decir que no, pero en fin. Fuera de eso, estos hermanitos alguna vez comentaron que tengo una mirada bonita. Jaj. Es una cosa buena eso sí. En fin, entretenido el día oye, pintoresco a pesar del sueño y esas cosas atroces de dormir tan poquito. Lo malo es cuando una llega a la casa justo cuando van entrando los viejos y le preguntan que dónde anduvo y dice "fui a ver a un amigo al hospital y después me fui con el hermano de él a..." pero a la mitad de la frase dejan de escuchar, porque claro, qué bueno hija que se haya puesto tan humanitaria, imagínate estar todo ese rato junto a un enfermo haciéndole compañía, qué dedicación más grande, a la hora que viene llegando, y se ríen de mí y yo me escondo en el diario porque por diox que es terrible tener una familia buena pal hueveo, mejor me meto a monja y me caso con dios y así nunca más tengo esta clase de problemas, atroz. Aunque también sean súper cachilupis entretenidos en otras ocasiones.

Otra cosa importante es que el martes voy a ver a Joshua Redman en concierto porque Dani Weise es un amor de hombre y me invitó a platea central y lo que yo tengo que pagar es un humilde lomito palta que acordamos hace como tres meses :). Cómo me vuelvo después del Teatro Oriente no tengo idea, pero jazz gratis nunca se rechaza, no.

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