Cambios y más cambios domingo, octubre 29, 2006
Me pasa que, cuando veo a alguna gente después de mucho tiempo, en este caso años, suelo comentarme a mí misma: "ha cambiado".
Pero yo también cambié. Lo que pasa es que conmigo estoy todos los días. No puedo escaparme de mi propia presencia. Y, al igual que la gente que, de todo corazón me dice "oye que estai flaca, tai bonita", y yo le digo gracias pero me encuentro igual, supongo que la gente cambiada opina lo mismo.
Pero yo cambié: yo sé que cambié. Me costó darme cuenta. Ahora estaba pensando cómo habría sido no largarme de mi grupo scout. Supongo sería mucho más cercana con muchas niñas. No me habría perdido las Promesas de ninguna de las chicas. Sería más cercana con uno que otro dirigente al que ya le tenía cariño antes, cariño que he tenido que reconstruir basado en recuerdos ínfimos, conocería más a otras gentes con las que me encontré ahora, pero también ellos me conocerían más a mí. Yo no sé qué habría sido de mi año número dieciséis, de haberme quedado. Quizás habría sido menos horrendo. Pero quizás ahora sería distinta. Yo sí que creo que hay que tocar fondo para salir más alto. Porque todos esos años estuve tambaléandome entre estar bien y mal, teniendo ataques de angustia una vez al mes, y siempre llegando al mismo punto, ni más arriba ni más abajo, no crecí nada de nada, no cambié. Y ahora sí.
Siempre mantuve que suicidarse era una estupidez. Lo sigo pensando. Pero la idea me rondó la cabeza más de lo habitual, el año pasado. Ahora pienso que no me voy a matar nunca. A menos que me tengan hecha un desastre en el hospital viviendo con respirador eléctrico, pero esa es otra historia. Estoy feliz de vivir y de poder ser parte de todo cuanto me rodea, estoy feliz de sentir, tengo menos (muchísimo menos) miedo al ridículo y estoy dispuesta a tomar riesgos. Jugada, me dijeron una vez. Pero es que voy a vivir esta vida nada más. Sí, tengo momentos horrendos; eso me pasa por tener genes enojones, mal que mal soy una González cualquiera, pero la mayoría del tiempo la paso bien, y si no, si sigo lamentándome el no ser un poco más normal, tengo la cabeza llena de recuerdos hermosos, especiales, cosas que me hacen sentir mejor. Porque no cambiaría mi vida. Me gusta ser como soy. Sí, quizás crecí un poco más rápido de lo recomendable, pero me gusto así. Me gusto yo. Creo que es importante.
Y si la gente que he conocido últimamente me hubiese conocido un año atrás, seguramente las cosas serían distintas. Pero prefiero no borrar ese año de mi pasado. Me hace ver las cosas de forma más práctica. Me hace disfrutar más. Siempre fui la niña tímida, quizás más madura que el resto, enfurruñada en un sillón leyendo y nunca preocupándose de la última moda, pero antes era también más negativa, menos práctica, más impaciente. Y escribía mucho peor. Así que estoy feliz de ser la Pauly, sí, la "me pusieron Paula pero usted me dirá Pauly o no le responderé jamás", la niñita que tiene los ojos iluminados de risa, que se jotea al profe de historia, a la que le importa un reverendo higo lo que opine o deje de opinar el resto sobre mi aspecto físico, y que se demora dos meses (sí, meses) en armarse de valor para preguntarle a un niño que la acompañe a la graduación. Pero así soy yo. Y me gusto así.
Etiquetas: querido diario
Estás madurando eso es todo, a todos nos pasa.
Por ejemplo algunos de tus compañeros y compañeras seguirán en "la misma" pasado los 25 (cuando salgan de la U al mundo laboral), otros nunca madurarán lo suficiente como para que se les note alguna vez en su vida.
Cuando digo "estás madurando" se nota por la frase "el que me llame Paula no le responderé" pfff .. después te llamarán paula, peula,pili,paly ... y responderás igual ja ja .